martes, 16 de diciembre de 2008

Broken Notes (2008) – Alex Asensi



Que los videojuegos tienen cada vez más importancia en la sociedad es algo indiscutible. Nos encontramos con un sector que mueve muchos millones de euros al año (más que el cine) y que, por lo tanto, trata de introducirse en otros mercados como los cómics o el cine.

Hay que señalar que, salvo un par de honrosos casos, pocas producciones han logrado plasmar la esencia y las sensaciones que produce, en la persona, el disfrutar de un videojuego.

A la hora de hacer una adaptación, nos encontramos con dos tipos de casos. Por una parte aquellos juegos cuya historia no da para un guión de película por mucho que se intente (Commando, Postal,…). Y, por otra parte, están aquellos cuyo guión está muy elaborado y que requieren un mínimo esfuerzo para trasladarlo a pantalla grande (Resident Evil, Alone In The Dark,…). Con esto no quiero decir que al final se haga adecuadamente.

El problema es que en esta industria cada vez más orientada a simplificar todo al máximo, y que cuenta con que los fanáticos acudirán a ver la película por muy mala que sea, es raro, rarísimo encontrar una obra con algo de calidad.

Esta producción que nos ocupa hoy es un caso particular. Está hecha por gente que siente un especial cariño por el videojuego que adaptan y eso, aunque no garantiza un resultado de calidad, si que le aporta unos cuantos puntos a favor. Es importante dejar claro que se trata de una producción amateur y con un presupuesto ínfimo.

“Broken Notes” es la adaptación del videojuego “Silent Hill 2” para muchos, el mejor parte de la saga (aunque yo me decanto más por la tercera parte) que, si la memoria no me falla, ya tiene seis adaptaciones en distintas plataformas.

La película nos cuenta la historia de James Sunderland que recibe una carta escrita de puño y letra de su mujer, Mary, indicándole que le espera en “su sitio especial” de Silent Hill, lugar al que habían acudido de vacaciones unos años antes. El problema es que dicha mujer, ha fallecido tres años antes tras una larga enfermedad. Al llegar al pueblo se encontrará con que está completamente vacío y que una niebla perpetua lo cubre todo.

Lo primero que tengo que decir sobre ella, es que es bastante difícil de ver en su totalidad. Se hace muy pesada ya que falta algo de acción y, a mi entender, se basa demasiado en el videojuego. Me explico. La gracia de este juego está en resolver acertijos y combatir una serie de monstruos mientras vemos, por el medio, una serie de secuencias que nos desgranan la historia, teniendo todo una cierta consistencia. Al pasarlo a película, se quedaron únicamente con las escenas intermedias con lo cual se nota que falta algo de unión.

La historia, que ya es bastante confusa en el videojuego, aquí se hace imposible. Hasta yo, gran admirador de la saga y que se acabó en su día el mismo, tuve problemas para entender algunas cosas.

Las actuaciones son horribles, especialmente mala es la de la protagonista que a veces parece que está leyendo el diálogo. Para colmo hace dos papeles (¿Qué no quieres caldo? Dos tazas).

Mala es también la dirección de los actores. No es lógico que uno de ellos se calle en medio de su diálogo y espere un par de segundos en silencio a que el otro diga su parte que debería interrumpirlo.

Especialmente buenos (si tenemos en cuenta su presupuesto) son los efectos especiales. Las enfermeras sin cara están muy logradas así como el paso de una dimensión a otra. Efectos simples pero resultones.

La banda sonora es sublime ya que se trata de la del juego y, Akira Yamahoka es un genio. Toda está perfectamente insertada en la historia. Contiene desde bellas canciones hasta sonidos de toque industrial que se adaptan a la situación que se está produciendo en cada momento.

Poco más puedo decir, considerando que se trata de un proyecto de “colegeo”, que no tiene ningún afán recaudatorio (podéis bajarla gratis en: http://www.fogfilms.blogspot.com/) y que cuenta con un presupuesto de risa, es bastante aceptable. Es cierto que se debería dotar a la historia de una mayor coherencia, más acción y menos diálogos que no aportan nada. También debería mejorarse la dirección de autores y sustituir a la protagonista (que voz más repelente y que forma más penosa de interpretar su papel).

En resumen, es difícil de ver para los que no pertenecen al clan de adoradores del pueblo de Silent Hill pero creo que, con todos sus defectos, vale la pena intentarlo.

PUNTUACIÓN FINAL: 4




miércoles, 19 de noviembre de 2008

breathing Room (2008) - John Suits & Gabriel Cowan



Vuelve a pasar lo de siempre. Uno quiere actualizar lo máximo posible su blog pero se ve incapaz de hacerlo por falta de tiempo. En este caso tuvieron que pasar más de dos meses para poder añadir algo. Si ya tenía poco tiempo entre el trabajo y la oposición, ahora hay que sumarle las clase de inglés así como el Gears of War 2 que me impidieron incluso ver películas. Como siempre haré propósito de enmienda y trataré de actualizarlo sacando tiempo (JAJAJA) de algún lado (que no sea de dormir que ya no puedo quitarle más horas al sueño).

En esta ocasión voy a comentar una producción del año 2008 titulada “breathing Room”. La película nos cuenta como un grupo de gente de diferentes razas y edades, aparece encerrados en una nave industrial sin saber el motivo. Todos llevan en su cuello un collar que acabará con sus vidas si rompen alguna de las reglas establecidas. Además a cada persona se le ha proporcionado un objeto que, en principio, no saben para qué puedes servirles.

Nos encontramos con una nueva versión de “Saw” aderezada con la imagería visual de “Cube”. Poco bueno se puede decir de ella.

El guión es demasiado simple, incluso para este tipo de películas que se centran en enseñar cuanto más gore mejor y añadiéndole un final sorpresa. Hay un montón de personas encerradas de las cuales casi no llegas a saber nada. Los guionistas dividen a la gente en dos grupos según su forma de vestir (visten monos tipo carcelario) por que les da la gana ya que al final no se explica si eso tenía algún fin.

Los personajes son planos. Desde el principio se les da protagonismo a un grupo de ellos, siendo los demás totalmente desechables. El problema es que éstos tampoco es que se definan mucho. De hecho, creo que los directores debería haber eliminado a todos los actores y haberse dedicado, los 89 minutos que dura la película, a mostrarnos imágenes del almacén vacío (la emoción que produciría sería la misma).

La protagonista principal, interpretada por Ailsa Marshall, (una chica guapita, que sale todo el tiempo en camiseta Bruce Willis para que luzca unas tetas descaradamente postizas), es la única que se salva un poco de los protagonistas. Sin ser una interpretación magistral, perfecta, aceptable, buena, es pasable. El problema son los demás. Los guionistas han intentado, sin éxito, establecer un personaje tipo para cada uno de los diferentes actores. Si juntamos unos personajes poco definidos salvo por una palabra como el alcohólico, el neurótico, la borde (¿Por qué coño es borde la tía esa?),… con unos registros limitadísimos, el resultado es un desastre.

La acción es escasa y tarda en llegar. Casi todo el tiempo se lo pasan hablando entre ellos de banalidades en vez de reunirse y pensar cómo poder salir de allí. Bueno, entre conversación y conversación, va muriendo gente. En ningún momento, hasta el final, nos enseñan las muertes. Se apagan las luces (se vuelve todo rojo) y cuando se vuelven a encender, aparece alguien muerto. Pues qué bien.

Un detalle que me llamó la atención es que los actores aparecen todos sin maquillar, me imagino que para darle más verosimilitud. Así podemos apreciar los granos, marcas y demás imperfecciones faciales de los participantes. Algo original aunque totalmente prescindible. Otro detalle curioso lo encontramos en que una de las reglas es la de lavarse las manos cada vez que van al servicio. Uno que siempre piensa mal se imaginó que, al igual que en el caso de una famosa película de Herschell Gordon Lewis, habría alguna droga en el jabón que les haría tener alucinaciones. Pues no. Simplemente ocurre que los guionistas quieren fomentar el uso del jabón entre la población.

Al haber pocas muertes “en directo”, los efectos especiales se reducen al maquillaje sangriento de los fallecidos.

En resumen, cuando en una película sólo te fijas en las protuberancias mamarias de la protagonista todo el rato, es que la historia no te interesa y eso es malo. En su defensa hay que decir que no es de las peores de este estilo ya que, por lo menos, se deja ver pero tampoco no es para tirar cohetes.

PUNTUACIÓN FINAL: 3


lunes, 15 de septiembre de 2008

Are You Scared? - Andy Hurst (2006)

La sombra de “Saw” es alargada. Creo que no hay mejor manera de empezar esta crítica que parafraseando el título de la célebre novela de Miguel Delibes. Desde que en 2004 James Wan triunfara con esta película de reducido presupuesto, los míseros mortales tuvimos que sufrir abundantes versiones y copias de la misma. Algunas relativamente visibles como “Nueve Extraños (por alejarse algo de la original) y otras totalmente nefastas como “The Tomb” de Ulli Lommel (bueno, ¿cuál de este caballero no lo es?). Podría poner más ejemplos pero no vale la pena.

La que nos ocupa nos cuenta la historia de seis jóvenes que despiertan en diferentes lugares de un edificio abandonado. Allí se les comunica mediante altavoces que han sido seleccionados para un programa llamado “Are You Scared?” (¿estás asustado?) al que todos habían mandado un video para participar. El evento consiste en superar una serie de pruebas individuales en las que los concursantes deberán hacer frente a su mayor miedo. Así, hay uno que tiene pánico a la oscuridad, un par de gemelos que tienen miedo a perderse mutuamente, una chica con fobia a las infecciones, un negro que teme despertarse durante una operación y la protagonista principal que tiene miedo a que alguien sepa su secreto (y no es el que sea borde que eso es evidente desde el principio). Lo que empieza como un simple programa de televisión (o eso creen los participantes) pronto se convierte en una lucha contrarreloj para salvar la vida.

El guión, como se puede ver por lo comentado antes, no va a ser nada original. Es una copia calcada de “Saw” o no tanto. Aquí el misterio es más bien poco. Simplemente está en saber quién es el sádico que se encarga de torturarlos y cuál es la razón de lo hace. Desde luego también está la duda de cómo va a torturar a cada persona.

Prácticamente no hay nada bueno que comentar de ella. Los protagonistas son bastante planos. Casi todos caen mal (o por lo menos a mi) por lo que no sientes ninguna empatía por ellos y te da igual que los maten. Los hombres son chulitos y las chicas, o tontas o bordes. Unas joyas vamos. Como antagonista nos encontramos con un malo de opereta. Un paisano vestido con traje de enterrador, con coronilla y con la cara desfigurada bastante ridículo. Encima pasa la mayor parte del tiempo sentado en una silla delante de un ordenador y un montón de pantallas sin hacer nada (coño, como yo).

También hacen acto de presencia un par de agentes de la ley. Un policía, que lleva ya tiempo detrás del asesino, y una agente del FBI especializada en análisis de la conducta enviada para ayudar y que analizar, lo que se dice analizar, lo hace bastante poco. De hecho no cuentan casi nada en la trama y se nota que los añadieron con vistas a los momentos finales.

Los actores son de función de fin de curso. Se pasan todo el rato gritando ya sea de miedo, o haciendo gracietas o enfadados. No sé en qué escuela les enseñan que hay que gritar para manifestar cualquier tipo de sentimiento. Horrorosos.

Las muertes sin ser nada del otro mundo cumplen. Alguna es muy rápida y tonta como la de la chica que se desangra mientras que otras, como la inicial (que no tiene nada que ver con ninguno de los seis) están más logradas. Destaca, especialmente la prueba a realizar entre los dos hermanos. Ambos están inmovilizado en una silla (uno frente a otro) y cada uno de ellos tiene, frente a su cabeza, un taladro y en la mano un mando a distancia. Si uno para su taladro se activa, al momento, el del otro. La elección es clara. O me dejo matar o mato a mi hermano/a.

Lo más flojo (todavía) es el tramo final. A raíz de que se descubren las causas que motivan este macabro juego, todo se vuelve bastante tonto y previsible. También se ha añadido (copiando una vez más a aquella en la que se basa) un final sorpresa nada novedoso.

En resumen, buena manera de tirar tu vida. Se aguanta pero no vale la pena perder el tiempo en ello.

PUNTUACIÓN FINAL: 3,5

jueves, 4 de septiembre de 2008

The Rage (2007) – Robert Kurtzman (RESUBIDA)

Como dije al crear este nuevo blog, voy a ir subiendo, poco a poco, las críticas que había elaborado en el anterior. Aunque hay mejores películas comentadas empiezo por esta ya que últimamente estoy volviendo a revisar el subgénero zombie. Estas películas traspasadas tendrán el letrero (RESUBIDA) junto a su título.

Probablemente a mucha gente no le suene el nombre de Robert Kurtzman pero durante un tiempo colaboró junto con Nicotero y Berger en los efectos especiales de una gran cantidad de películas del género. Posteriormente, decidió trabajar por libre y además, dirigir unas cuantas películas de las que destaca, especialmente, la interesante “Wishmaster”.

Aquí, vuelve a trabajar con el actor Andrew Divoff que es, sin lugar a dudas, lo mejor de esta producción.

La película nos cuenta la historia del doctor Viktor Visilienko genio ruso que durante la época de la Guerra Fría descubre una cura para el cáncer. No obstante, tiene la mala suerte de que, con el cambio de gobierno en su país, las empresas farmacéuticas ocultan su descubrimiento y provocan su internamiento en un hospital psiquiátrico. Con el tiempo logra escapar, dirigiéndose a EUU donde trata de hacerlo público pero las grandes corporaciones se aseguran que nadie le crea. Resentido con el sistema, se instala en medio de un bosque donde desarrolla una cepa de rabia que pretende extender por el país hasta que abiertamente reconozcan su descubrimiento. Durante una de sus pruebas, es mordido por una persona que secuestró para utilizar como cobaya, que escapa. Este ser vaga sin rumbo hasta que posteriormente muere y sus restos son comidos por unos buitres que terminan infectándose.

Por otro lado, un grupo de jóvenes, tres mujeres y dos hombres, que regresan de una fiesta en medio del campo, atropellan a un hombre que ha sido infectado por dichos pájaros. Cuando lo intentan ayudar, son atacados por las bestias en las que el virus, ha mutado. Sólo les queda escapar. Lamentablemente en su fuga se dirigirán al sitio menos recomendable, la casa del doctor.

Esta producción casi podríamos definirla como de zombies ya que los infectados sufren una transformación física así como un deseo irracional de carne humana.

El guión no es nada novedoso aunque, eso sí, tremendamente entretenido. La historia está bien desarrollada y, salvo en algún punto del final, mantiene en todo momento la intensidad. Quizás el mayor problema sean los personajes protagonistas con los que no te sientes identificado en ningún momento lo que hace que te importe muy poco su destino. Cosa distinta es el doctor que interpreta Andrew Divoff, que es uno de los mejores “mad doctor” de los últimos tiempos. A este respecto destaca la crueldad de una de las primeras escenas en la que un pobre hombre, objeto del experimento, pregunta por su hija pequeña. El doctor Visilienko mira fríamente hacia una celda donde se encuentran un par de zombies merendándose partes de la pequeña.

También destacan los ayudantes del científico, personajes secundarios que no pueden faltar en ninguna película de genio loco. Aquí, encontramos a un sádico enano que quiere recuperar su estado original y a un zombie de pocas luces al que le gusta que le peguen.

Curiosamente, lo peor de la película son determinados efectos especiales. Así, mientras las transformaciones y muertes de los protagonistas están conseguidas, nos encontramos con una combinación de CGI´s poco reales y marionetas en las escenas en las que se nos muestran los buitres (que son bastante abundantes). Es verdad que actualmente muchas películas tratan de superar la falta de presupuesto con un uso excesivo del ordenador pero en el caso de una persona tan acostumbrada a los efectos especiales, se espera algo mejor.

Los actores salvo Divoff, que como ya comenté antes está perfecto, cumplen sin más. No destacan por nada en especial, ni para bien ni para mal (lo cual en este tipo de producciones no es grave).

En resumen, nos encontramos ante una película que, como producto de mero entretenimiento ligero, cumple con crecer. Está muy por debajo de “Wishmaster” pero por encima de su anterior “Enterrados Vivos” y, desde luego, a gran cantidad de películas del estilo. Entretiene aunque con un poco más de presupuesto y puliendo algo el guión hubiera sido mejor.

Como curiosidad señalar que suyo es el guión de “Abierto Hasta el Amanecer”.

PUNTUACIÓN FINAL: 6,5


martes, 2 de septiembre de 2008

La Noche del Espantapájaros (1981) – Fran DeFelitta


La película nos cuenta la relación de amistad entre una niña y Bubba, un joven retardado, en un pueblo de la América profunda. Esta amistad no es bien vista por una parte de los vecinos del pueblo que siempre culpan al joven de todos los males.

Una tarde la chiquilla entra sin permiso en el jardín de una casa a admirar una fuente. En ese momento aparece un peligroso perro que la ataca. La niña sobrevive gracias a la intervención de Bubba pero queda inconsciente. El joven la lleva a su casa pero, debido a su discapacidad y al nerviosismo, no consigue explicarle a la madre de la criatura que fue lo que pasó.

Por otra parte, por el pueblo se corre el rumor de que él mató a la niña lo que sirve de excusa para que un grupo de lugareños, encabezados por el cartero del pueblo (Charles Durning), terminen con su vida. Cuando se descubre que la niña, no sólo no está muerta si no que le debe la vida al discapacitado y, además que este fue asesinado, los responsables son detenidos.

Gracias a que se trata de personas “respetables” del pueblo, y a que crearon pruebas falsas a su favor, son declarados inocentes.

Al poco tiempo, comienza a aparecer en la propiedad de uno de los asesinos, un espantapájaros (el discapacitado para escapar de sus perseguidores se había hecho pasar, sin éxito, por uno). Aquí comenzará la venganza.

Nos encontramos en esta película con una historia de venganza de lo más clásico. Desde el principio sabemos cuál va a ser el destino final de los responsables. No obstante, te mantiene todo el rato pendiente de conocer quién es el responsable de la venganza. ¿Será el propio Bubba que no llegó a morir? ¿Será el fiscal que amenazó con que recibirían su castigo? ¿O se trata del espíritu de joven que busca venganza?

Uno de los puntos más logrados es la forma en la que evoluciona la relación entre los culpables. Así, de empezar siendo unos amigos muy unidos, acaban enfrentándose entre ellos y culpándose del castigo recibido. También llama la atención como va poco a poco aflorando la maldad en la persona del cartero que no duda en utilizar los métodos más expeditivos para intentar poner fin a la venganza.

Las interpretaciones son muy buenas. Brilla sobretodo la interpretación de Charles Durning representando a un empleado de correos con un comportamiento totalmente maquiavélico (como cuando vas a sus oficinas y no te quieren dar un paquete, con algo que estás esperando, porque sus normas dicen que hay que esperar al día siguiente). Destacaría una escena en la que va a hablar con la madre de Bubba, a la que considera responsable de las muertes, en la que parece que su cara se transforma dándole un aspecto casi demoníaco.

Las muertes son totalmente blancas y no demasiado originales (de hecho las ves venir) aunque es algo lógico al tratarse de un formato tan televisivo.

Como detalle negativo comentar que algunos hilos de la historia quedan sin desarrollar adecuadamente como cuando comentan, muy de refilón, el posible gusto del cartero por los niños. Tampoco queda muy claro el final de la historia.

En resumen, interesante obra de cine ochentero en que se demuestra que un guión no muy original puede dar lugar a una película muy entretenida al contar con unas interpretaciones competentes.

Como curiosidad comentar que el director fue guionista de la original película de Robert Wise “Las Dos Vidas de Audrey Rose”.

PUNTUACIÓN FINAL: 7

miércoles, 27 de agosto de 2008

La Dama Roja Mata Siete Veces (1972) – Emilio Miraglia

Como ya tengo comentado más veces, soy un gran amante del giallo. Concretamente, me gusta el de estilo clásico en el que una persona desconocida, que se descubre al final de la película, comete una serie de asesinatos por algún motivo oculto.

Desde que Bava hiciera su “La Chica que Sabía Demasiado”, y sobretodo, desde que Argento dirigió su “El Pájaro de las Plumas de Cristal”, película que supuso el inicio el boom del género, se hicieron tanto en Italia como en España un gran número de producciones de este tipo.

Dentro del mismo, podemos destacar dos producciones de Emilio Miraglia, “La Noche que Evelyn Salió de la Tumba” y la que hoy comentamos.

La película, que se desarrolla en Alemania, comienza con una introducción en la que nos presentan a dos niñas, Kitty y Evelyn, dos hermanas que siempre se están peleando. Un día su abuelo les comenta la historia de un cuadro colgado en una de las habitaciones del castillo en el que viven. En él que se ve a una mujer, la Dama Negra, apuñalando a otra, la Dama Roja. Según la leyenda se trata de dos hermanas que se llevaban fatal. La Dama Roja siempre molestaba a su hermana la Dama Negra que aguantaba estoicamente las afrentas. No obstante, cuando la hermana malvada se enamoró de un joven, la otra en venganza, la mató. Desde aquella, cada 100 años, la maldición se repite y la Dama Roja mata a siete personas. Este destino se cumplirá 14 años después, en 1972.

Después de este prólogo, pasamos a 1972 en que el abuelo muere de un ataque al corazón como consecuencia de la aparición de la Dama Roja. Así, Kitty, junto a su prima Franziska y el marido de esta, Herbert, acuden a los funerales y la lectura del testamento. La única que no acude es la hermana de Kitty, Evelyn, que se encuentra ilocalizable en EEUU. En un primer testamento el abuelo establece que hasta que acabe el año, no se leerá cómo se hará la distribución de su patrimonio. Mientras, Kitty seguirá trabajando de fotógrafa en una importante tienda de modas, donde tiene un lío con el vicepresidente que, aunque está casado, tiene a su mujer en un psiquiátrico ya que sufre delirios.

A partir de aquí comienzan a producirse una serie de muertes todas relacionadas con la supuesta hermana desaparecida Evelyn, y que parecen confirmar la existencia de la maldición.

El guión es el clásico de este tipo de cine. En él aparecen una serie de personajes los cuales tienen algo que ocultar lo que los hace parecer sospechosos. Hay que señalar también que, como buen giallo, tiene algunas cosas de la trama que, o no casan muy bien, o no aportan nada a la historia y que son más bien una forma de enredarla más. Así, hay personajes que no tienen mucha relevancia en la historia como el yonki, la secretaria o el director de la empresa de modas.

Las muertes no son especialmente macabras ni originales aunque cumplen su cometido. Tampoco son muy abundantes ya que el propio título limita las mismas.

Como no puede ser de otra forma en el cine de esta época, hay varias escenas de desnudo (femenino) gratuito que se agradecen pero que están metidos con calzador. Incluso hay una escena de violación que no tiene mucho sentido.

Los actores están todos convincentes. Destaca sobretodo la protagonista, Barbara Bouchet, que ese mismo año haría otro gran giallo como es “Angustia de Silencio” (una de las pocas películas que me gustan de Lucio Fulci) y, el año anterior, ya apareciera en la interesante “La Tarántula de Vientre Negro”. También realiza una gran actuación la guapa Sybil Darning sobretodo por el personaje que interpreta, el de una modelo que aspira a mantener su puesto en la empresa, el de amante del director de la firma, sea este quien sea.

Es importante señalar que estamos ante una película eminentemente femenina, ya que casi todos los personajes importantes de la historia son mujeres. Siendo los hombres meros satélites que giran alrededor de ellas.

La magnífica banda sonora es de Bruno Nicolai todo un especialista en hacer la música para este tipo de películas y, en general un verdadero, artista.

En resumen, estupenda producción del género con todo lo que se puede pedir. Quizás es demasiado previsible el responsable pero por lo demás es una gran película.

PUNTUACIÓN FINAL: 8


domingo, 3 de agosto de 2008

Almas de Metal (1973) – Michael Crichton

Desde mi punto de vista, Michael Crichton es mucho mejor director de cine que escritor. Sus novelas se me hacen en ocasiones demasiado aburridas, más por la forma que tiene de escribir que por lo que escribe que suele ser interesante.

De su etapa como director, se pueden destacar “Coma”, “El Primer Gran Robo de Tren” y, especialmente, “Almas de Metal”.

La película nos cuenta como dos amigos, Peter (el acto y director Richard Benjamin) y John (James Brolin), acuden a un parque de atracciones denominado Delos, compuesto por tres mundos: la Roma clásica, la Edad Media y el salvaje oeste. En ellos conviven los clientes junto a un conjunto de robots encargados de hacer creíble la época. Nuestros protagonistas deciden disfrutar de las vivencias propias de finales del siglo XIX en el oeste norteamericano. Al principio todo va bien pero poco a poco, los diferentes robots empiezan a sufrir pequeños fallos en todo el parque. Esta situación terminará con un fallo total del sistema que perjudicará a todos los participantes (que a diferencia de otras producciones no es consecuencia de un boicot si no de una especie de virus que se transmite entre las máquinas).

Esta película forma parte de un conjunto de grandes producciones de ciencia ficción que se realizaron durante los años 70. Así tenemos joyas como “Cuando el Destino Nos Alcance”, “El Último Hombre Vivo” o “La Fuga de Logan”, por poner tres ejemplos.

El guión es muy bueno y entretenido. Quizás la acción, como tal, tarda un poco en llegar pero este retraso se justifica en la transformación del personaje de Peter que pasa, de sentirse estúpido vestido de vaquero, a disfrutar como un enano cada momento. Una escena especialmente lograda se desarrolla al principio cuando vemos que Peter le pregunta, ilusionado como un niño, un montón de cosas a John sobre cómo es todo (este último ya había estado anteriormente en las instalaciones).

Durante gran parte de la película podemos ver como los protagonistas disfrutan, en sus propias carnes, de todos los sucesos que tenemos visto mil veces en las películas de vaqueros. Desde la pelea en el saloon, la cena en la pensión atendida por una adorable viuda, el burdel, el atraco al banco y, como no, el duelo. Y es precisamente este último el que les traerá su principal problema. Ya que al poco de llegar tienen un altercado con un pistolero (perfectamente interpretado por Yul Brynner) que termina con la primera muerte de este (por la noche los encargados del parque se dedican a reparar los robots averiados).

Cuando todo empieza a fallar, aparece el pistolero que se encargará de perseguir, sin desfallecer, al personaje de Peter.

Hay unos cuantos personajes más, tanto en el oeste como en Roma y en la Edad Media, pero que están de manera anecdótica ya que casi no tienen relevancia en la historia.

Cualquiera de los protagonistas son actores competentes y, en esta producción, no iban a ser menos. Quizás el personaje más difícil, y más conseguido, sea el del pistolero ya que casi no habla en toda la película (lo que suele ser una limitación para representar un personaje) dedicándose a una persecución sin fin. De aquí podemos ver de dónde obtuvo James Cameron gran parte de sus ideas para “Terminator”. Señalar que Brynner va vestido de la misma manera que en el personaje que interpretó en la estupenda “Los Siete Magníficos”.

Los efectos especiales son rudimentarios, dada la época, aunque destacan algunos como la visión del pistolero (la primera vez que se utilizó el ordenador en una película). No obstante, tampoco necesita mucho ya que casi todo el tiempo se desarrolla en el pueblo creado para la ocasión. Rechinan un poco los iniciales cuando se ve la nave llegando a las instalaciones, ya que lo que se aprecia a través de la ventana, parece que se esté pasando en una pantalla de cine.

La banda sonora sin ser nada del otro mundo, se adecua bastante bien. Tan sólo en un par de ocasiones (cuando Peter llega al mundo romano) se hace algo molesta ya que se oye un sonido muy chirriante.

Una gran película que ya tiene planeado un remake (que no creo que aporte nada nuevo a lo presentado) y que cuenta con una segunda parte “Mundo Futuro” muy inferior, e incluso una serie de corta duración “Beyond Westworld”.

Totalmente recomendable para cualquier amante de la ciencia ficción.

PUNTUACIÓN FINAL: 8




jueves, 31 de julio de 2008

Expediente X 2: Creer es la Clave (2008) – Chris Carter


Bueno, pues después de más de un mes sin poder actualizar el blog por culpa de la falta de tiempo (lo que daría por tener el que me sobraba con 10 años) ya estamos aquí de nuevo. En principio voy a empezar por algo ligero.

Creo que no debe haber nadie (o eso espero) que no sepa qué es “Expediente X” ya que fue una de las series más originales de los años 90. Pese a contar Constaba de 9 temporadas desde 1993 hasta 2002, un spin-off (The Lone Gunner) y dos películas “Expediente X – La Película” y la comentada aquí “Expediente X 2 – Creer es la Clave.

La película empieza a partir de de donde nos dejaba el final de la serie, así que quien no la vio completa, se enterará de algo del final que tengo que comentar ya que esencial para explicar el argumento. Al principio vemos como un par de personajes secuestran a una mujer. Más tarde nos enteramos que se trata de una agente del FBI. Comienzan la búsqueda pero no se encuentra ningún rastro de ella hasta que aparece un ex­­­-cura que cumplió pena por pederastia que los guía, gracias a visiones que tiene, hasta un brazo enterrado en la nieve. Sin avanzar más en las investigaciones, la agente Dakota Whitney (Amanda Peet) se pone en contacto con Dana Scully (Gillian Anderson) para que localice a Mulder (David Duchovny) que está escondido ya que lo busca el FBI por razones indicadas en la última temporada de la serie. A Mulder le corresponde la misión de determinar hasta que punto puede estar implicado dicho sacerdote.

Poco se puede decir de esta producción. Es de esas películas que ni puedes criticar ya que cumplen en todos sus elementos, ni puedes elogiar ya que no aportan nada nuevo al cine. Realmente podría considerarse como uno de tantos episodios que pudimos ver a lo largo de todas sus temporadas (y no de los mejores).

La historia está elaborada, empieza como un simple secuestro y, a medida que avanza la historia, la trama se va complicando. Tengo que comentar que no aparecen extraterrestres esta vez y que tampoco se encuentra entre dos temporadas como ocurría con el anterior largo. Por lo tanto, se puede ver sin problemas incluso aunque nunca disfrutaras de un episodio de la serie (lo cual sería imperdonable).

Los personajes principales de la historia son Mulder y Scully (por cualquiera de ellos parece que no hubieran pasado los años), el ex-sacerdote (Billy Connolly) y la agente Dakota Whitney (una preciosa Amanda Peet). También aparece, en una especie de cameo, Walter Skinner (Mitch Pileggi). Todos actúan de forma convincente sin que en ningún momento dudes de sus papeles.

Las escenas de acción, aunque escasas, están bien realizadas. Mientras que los efectos especiales son reducidos pero cumplen.

En resumen, poco se puede decir de esta película, ni para bien ni para mal. Mantiene el espíritu de la serie, y todo está perfectamente realizado. No obstante, le falta un algo para ser buena. Es como un plato de comida perfectamente preparado, con los mejores elementos y una atrayente presentación pero que cuando lo pruebas, tiene un sabor, que sin ser malo, no era el esperado. Desde luego se nota que no quisieron arriesgar. Entretenida para una tarde de domingo.


PUNTUACIÓN FINAL: 6




viernes, 13 de junio de 2008

La Invasión de los Zombies Atómicos (1980) – Umberto Lenzi


Mucha gente considera que el cine debe de ser, fundamentalmente, un vehículo cuya función principal consista en transmitir sentimientos, que debe de formar o que debe inculcar ideas. Pues no. Si quiero sentimientos me busco una novia, si quiero que me eduquen me apunto en la universidad y si quiero que me aleccionen, me voy a la iglesia. El cine es espectáculo y, como tal, su función principal es la de entretener. Y que mejor entretenimiento que disfrutar durante hora y media de una producción casposa.

Durante los 70 y principios de los 80, se desarrollaron en Italia (muchas veces coproducidas con España) una serie de películas que se encuadraban fundamentalmente en tres subgéneros: giallos, de caníbales y, como la que nos ocupa hoy, de zombies.

Al hablar de zombies, debemos tener en cuenta que en el año 1968, se estrenaba la fenomenal “La Noche de los Muertos Vivientes” de Romero la cual obtuvo un notable éxito. Y como es bien sabido, a todo éxito siguen un gran número de copias de variada calidad (aunque casi siempre peores que la original). Los italianos que para esos siempre han sido unos “aguilillas” se dedicaron a realizar producciones con zombies que intentaron vender, en algunos casos, como continuaciones de la original. Así tenemos, por ejemplo, a los muertos vivientes de Lucio Fulci (“Nueva York Bajo el Terror de los Zombies - Zombi 2” o “Zombie 3”) que, salvo por comer carne humana y andar lentamente, poco más tenían que ver con los de Romero. Ellos añadían más casquería y desde luego más desnudos (casi siempre gratuitos).

No obstante, y en su defensa, hay que decir que la mayoría de estas películas siendo muy cutres, tenían, y tienen todavía, su gracia.

“La Invasión de los Zombies Atómicos” es una de esas malas muestras del subgénero pero también de las más entretenidas. Fue dirigida en 1980 por Umberto Lenzi. De este director puedo destacar sobre todo dos giallos que, sin ser de los mejores del género, son muy entretenidos: “El Ojo en la Oscuridad” y “Siete Orquídeas Manchadas de Rojo”.

La cinta nos cuenta como un reportero (Hugo Stiglitz) acude a un aeropuerto para asistir a la llegada de un famoso científico experto en energía nuclear. Cuando el avión aterriza, de él surgen un gran número de personas infectadas por unos experimentos realizados con dicha energía y que les provocan una profunda necesidad de sangre (ya que sus glóbulos rojos se destruyen rápidamente como consecuencia de la sobreexposición radiactiva) además de una inusitada violencia. Para colmo, las personas atacadas por ellos, acaban también infectadas. Así que la epidemia terminará extendiéndose.

Antes de empezar a comentarla decir que el que lea esto se va a encontrar con algunos spoilers que intentaré sean lo menos descriptivos posibles para no quitar la emoción que produce su visionado. También me voy a centrar más en las escenas y situaciones que otras veces ya que la obra lo merece.

La película es un cachondeo desde el principio. Se supone que se trata de el aeropuerto de una ciudad importante pero cuando el avión no responde a los requerimientos de la torre de control, y mandan a uno de los trabajadores a dar la alarma, lo único que hace es salir al balcón y lanzar una bengala (tecnología punta, si señor).

Una vez en tierra, el aparato es rodeado por miembros de la policía y del ejército. Entonces un responsable militar se acerca a la puerta y les dice con un megáfono: “salgan en nombre de la ley”. Pero vamos a ver ¿cuándo se vio que alguien de las fuerzas armadas dijera eso?

Posteriormente se abre la puerta y comienzan a salir zombies que, en un momento, acaban con los agentes de la ley y con todos los demás que pillan a su alrededor. Aquí apreciamos un detalle que seguirá presente a lo largo de toda la cinta y que la diferencia de la mayoría de las producciones del subgénero tanto anteriores como actuales. Los infectados (por definirlos de alguna manera ya que no están muertos) son relativamente inteligentes. Así, utilizarán todo tipo de armas que vayan encontrando (cuchillos, palos, piedras, metralletas,…) y también llevarán a cabo estrategias para hacerse con su necesaria dosis de sangre.

Tras la masacre del aeropuerto, el periodista, que dio escapado, se dirige a la cadena de televisión (por cierto que siempre se refieren todos a ella con ese nombre como si no hubiera otra en el país) para dar el aviso a la población. Así, tras interrumpir a un ballet que estaba actuando (bastante mal, por cierto) en un programa de varietés, comienza a dar la noticia. Pero aquí nos encontramos con los pérfidos militares que ordenan suspender la emisión de la noticia.

Cuando el periodista expresa su malestar por negar informar a la población sobre el peligro, es despedido sin contemplaciones. El encargado de ordenar esta censura es el general Murchison (Mel Ferrer en horas bajas).

Aquí nos encontramos con otra de las cosas absurdas del guión ya que entonces comienza a ser atacado el canal por los (no) muertos vivientes. Mira que no tienen sitios para atacar y se van a la tele. Lógicamente (pueden ser zombies pero no tontos) se lanzan por las chicas del ballet que habían continuado con su actuación. En este punto es cuando nos alegramos la vista con las primeras escenas de tetas (cualquier excusa es buena para mostrarlas al mundo).

El general Murchison solicita la presencia del mayor Warren Holmes (nuestro querido Paco Rabal) que tiene que dejar a su mujer en casa, en su día libre, para ayudar a solucionar el problema. Otro momento muy bueno para mostrar más tetas en este caso por parte de la mujer del mayor, en una patética escena de pareja.

El periodista una vez despedido, se dirige al hospital a buscar a su mujer que es doctora. Al centro han empezado a llegar personas mordidas por los infectados que también resultan afectados. Todas las escenas de hospital son un batiburrillo de carreras entre unos que escapan, y otros que los persiguen. Tampoco las enfermeras y resto del personal sanitario femenino se librarán de enseñar cacho. Hay una escena en la que una enfermera es atrapada por un zombie que, en vez de intentar matarla o morderla, lo primero que hace es abrirle la chaquetilla y, curiosamente, la sanitaria no lleva sujetador. Tremenda (la escena, no la chica…bueno, ella también).

Un momento gracioso se produce durante una operación que está teniendo lugar en el centro. Cuando los malos entran en el quirófano el cirujano, con una habilidad pasmosa y un total dominio de sí mismo, lanza el escalpelo cuan estrella ninja. Lamentablemente los (no) muertos únicamente dejan su (no) vida cuando se les destroza el cerebro y el doctor le da en el pecho. Pagará caro su error.

Otra estupidez de guión. El general preocupado por su hija y su yerno, manda a un soldado a buscarlos lo que debería hacerles pensar que está ocurriendo algo verdaderamente grave. No obstante, a ellos ninguna situación con pinta de problemática les va a jorobar su ocio por lo que en un despiste, huyen del mismo y se van con su caravana al campo.

A partir de aquí, casi todo se reduce a la escapada sin rumbo del periodista y su mujer. El resto es un conjunto de pequeñas peleas con los afectados por la radiación en diferentes sitios, para acabar la historia en un parque de atracciones donde Hugo Stiglitz y Laura Trotter (el periodista y su mujer) tienen un enfrentamiento final a tiro limpio con un montón de afectados por la radiación (ya comenté antes que los zombies utilizan, entre otras armas, metralletas). Patética una escena, casi al final, en la que aparece una figura que se nota a la legua que es un muñeco de los de mala calidad.

El desenlace, sin explicarlo, decir que es horroroso. Parece que el guionista se quedó sin ideas “brillantes” y escribió lo primero que se le vino a la cabeza.

La interpretación de los actores es desigual. Oscila entre lo pasable de Paco Rabal (con un papel que no le pega ni con cola) o Mel Ferrer, y lo horroroso de la mujer de periodista (Laura Trotter). Encima tenemos que aguantarle una moralina de quinceañera sobre la destrucción de la naturaleza por la malévola raza humana. Anda y que te den.

Los efectos especiales no son llamativos pero cumplen, fundamentalmente los relacionados con la casquería. Me gustó especialmente una escena en la que uno de los infectados le arranca un ojo a una chica mediante el famoso método de meterle un palo en él y después empujar. Quizás lo peor sea el maquillaje de los zombies que, aunque intenta simular quemaduras, más bien parece que los untaron con crema de cacao.

En resumen, está claro por lo comentado que no se trata de una buena película en el sentido estricto del término pero sí que es recomendable para todo buen cinéfago que se precie. Estamos ante una película honesta ya que no pretende ser más que un mero entretenimiento y eso lo consigue con creces. ¿Qué tiene defectos? Un montón (muchos más de los que aquí comenté) pero que es mucho más disfrutable que la mayoría de películas que se hicieron y se siguen haciendo sobre el tema, también. Quien quiera acercarse a ella debe hacerlo teniendo claro que lo que va a ver no es la cinta de Romero. Con todo esto le doy una nota alta ya que me lo pasé bomba viéndola.

Como curiosidad señalar que Hugo Stiglitz, el protagonista, sale en “Tintorera – El Tiburón Tigre” una de las peores copias de “Tiburón” que te puedes echar a la cara.

PUNTUACIÓN FINAL: 7


TUBO DE LA PELÍCULA

viernes, 6 de junio de 2008

Operazione Paura (1966) – Mario Bava


Hay un grupo de directores de los que se puede decir, si riesgo de equivocarnos, que son unos genios. Esto no quiere decir que todas sus películas sean perfectas si no que su filmografía contiene 2, 3 o 4 grandes obras que los hacen especiales. Mario Bava es uno de ellos.

Su filmografía está repleta de luces y sombras (más luces, gracias a Dios). Así, podemos señalar producciones de ínfima calidad como “5 Muñecas para la Luna de Agosto” o “El Diablo se Lleva a los Muertos”, otras interesantes “Bahía de Sangre” o “Un Hacha para la Luna de Miel” y grandes obras como La Máscara del Demonio”, "Seis Mujeres para el Asesino", “Las Tres Caras del Miedo” o la que nos ocupa, “Operazione Paura”.

Es importante señalar que todavía no cuenta con el reconocimiento que merece quizás por haber nacido en Italia y no en USA.

De toda su cinematografía, en la que tocó casi todos los palos, esta es la única película que, el que suscribe, desconocía. Uno de los principales motivos es que jamás se estrenó en España. Este detalle es curioso si consideramos que compite con La Máscara del Demonio” como su mejor película (para mi sin duda es esta).

La historia nos cuenta como a mediados del siglo XIX, un médico (Giacomo Rossi-Stuart) y un inspector de policía (Piero Lulli) se desplazan a un pequeño pueblo de Transilvania para investigar el posible asesinato de una joven. Al llegar allí, se dan cuenta de que durante años se llevan produciendo extrañas muertes que provocan el pánico entre los diferentes habitantes. Todo parece tener que ver con una antigua maldición relacionada con la Villa Glaps como consecuencia de la muerte de una niña de 7 años tiempo atrás.

Aunque en principio, por época y escenario, puede parecer copia de una película de la Hammer, en seguida nos damos cuenta de que tanto lo que cuenta como la forma de contarlo son muy distintas. Es curioso que esta gran película se rodara en 12 días y con un guión de tan sólo 30 páginas.

La historia te atrapa desde el principio cuando el cochero, que lleva al doctor, se niega a entrar en el pueblo aduciendo que está maldito. Por otra parte, tanto lo que dicen los diferentes protagonistas (o más bien lo que se puede leer entre líneas) como sus comportamientos, hacen que cada vez estés más interesado por conocer el motivo de que exista tanto miedo en ese lugar. Casi todos los personajes tienen una gran importancia en la historia. Quizás (y por poner un pero) el personaje de Mónica Schuftan (Erika Blac) tiene poco interés hasta el final y parece, durante casi toda la cinta, que está más que nada por añadir un contrapunto femenino a la historia.

Las actuaciones son soberbias, especialmente la de la bruja (Fabienne Dali) y su pareja, el burgomaestre (Luciano Catenacci), y desde luego, la niña que se aparece. Quizás el actor que hace de protagonista principal, el médico, es demasiado inexpresivo en determinados momentos.

La ambientación es lo mejor de la película. Da auténtico pavor el pensar recorrer esas calles vacías tan claustrofóbicas de noche, ese macabro cementerio o acceder al decrépito interior de la Villa.

Los movimientos de cámara son sublimes. Me gustó especialmente en un momento que la cámara se desplaza como si estuviese subida en un columpio mientras se oye la risa de la niña aparecida. También son impresionantes los movimientos de bajada de la misma por las escaleras. Sin lugar a dudas, Bava poseía un gran dominio de la cámara.

Hay varias escenas muy interesantes y que logran trasmitir una auténtica sensación de terror. Una de ellas es aquella en la que el protagonista se encuentra por primera vez con la niña y vemos esa pelota brillante que bota como si tuviera vida propia (esta idea la homenajeó Federico Fellini en la historia Tommy Damnit que realizó para la interesante “Historias Extraordinarias”). Otra escena que me gusta especialmente es aquella en la que el galeno cruza una habitación buscando a la joven desaparecida, y cada vez que sale por la puerta del fondo vuelve a aparecer, otra vez, en la puerta de entrada hasta que llega un momento que se encuentra consigo mismo. También es aterradora la presencia de la niña en las casas en las que va a morir alguien y como deja la marca de su mano en la ventana.

En general podemos decir que nos encontramos con una de esas joyas poco conocidas pero que aportan muchísimo al género. Recomendable, ya no sólo por lo interesante del argumento, sino también, por lo perfecta que es, técnicamente hablando.

Totalmente recomendable (e incluso diría que imprescindible). De las mejores muestras relacionadas con lugares malditos.

Como curiosidad comentar dos cosas. Por una parte la gran cantidad de títulos con que se conoce: Curse of the Dead / Curse of the Living Dead / Don't Walk in the Park / Kill, Baby... Kill! / Operation Fear. Además también hay que señalar, que lo de Operazione…fue una exigencia de los productores debido a la protagonista, la actriz italofrancesa Erika Blac, que venía de hacer una serie de películas de espías con esa palabra.

PUNTUACIÓN FINAL: 9

Tubo de la película

jueves, 5 de junio de 2008

La Grieta (1990) – Juan Piquer Simón


Bueno, pues después de una época bastante alejado de todo lo relacionado con el cine, por causas personales y laborales, y a petición de unos cuantos amigos, intentaré volver a actualizar este blog.

La grieta es una coproducción entre Estados Unidos y España (siendo sus productores José Antonio Escrivá y Federico de Laurentiis) del año 1990, dirigida por uno de nuestros directores más infravalorados como es Juan Piquer Simón. Este hombre realizó con muy pocos medios, una serie de películas de terror, ciencia ficción y aventuras, orientadas la mayoría de ellas para el mercado americano, allá por finales de los 80 y principios de los 90.

Sus producciones son de una calidad variable. Así, algunas como la presente o “Slugs - Muerte Viscosa” son más que aceptables, mientras que otras como “Supersonic Man” o “Mil Gritos Tiene la Noche” carecen de calidad e incluso de vergüenza.

La historia nos cuenta como Wick Hayes (Jack Scalia) un diseñador de submarinos, es reclutado para formar parte de un grupo especial que tiene la misión de rescatar a los integrantes del Sirena I (nave diseñada por Hayes) que ha desaparecido en el fondo del mar, supuestamente, por problemas de diseño. Así, se embarcan en el segundo prototipo, el Sirena II, dirigiéndose a la zona de la desaparición.

Aquí nos encontramos con una exploitation de la película “Abbys” que había sido un gran éxito el año anterior. No obstante, pese a tratarse de una película de menores posibilidades, es una de las mejores copias ya que, a pesar de que la historia no es novedosa, nos entretiene todo el rato (tengo que decir que incluso más que la propia original).

Los personajes son totalmente típicos. El férreo capitán del submarino interpretado por R. Lee Ermey (en un papel calcado al que hacía en “La Chaqueta Metálica”), los submarinistas que son carne de cañón, la científica que tuvo una relación anterior con el protagonista, el traidor y, por supuesto, el chico protagonista “solucionaproblemas”.

Los actores son en parte españoles como Emilio Linder, Tony Isbert, Pocholo Martínez – Bordiú y otros americanos como R.Lee Ermey, Ray Wise (gran secundario no lo suficientemente considerado) o Jack Scalia. En general todos cumplen bastante bien aunque algunos tienen poco protagonismo en la historia.

En esta cinta, el director cuenta con un presupuesto algo más holgado de lo que era habitual en sus obras y esto se nota sobre todo en los efectos especiales, especialmente en las escenas de maquetas del Sirena II que, aunque artesanales, no resultan cutres. En el caso de los mutantes, la cosa no está tan lograda aunque tampoco nada que nos haga partirnos de risa (si acaso, una pequeña sonrisa de complicidad).

La historia transcurre por los cauces habituales de este tipo de producciones (que antes eran propias de videoclub y ahora de sobremesa de fin de semana). Nada nos sorprende demasiado aunque, como dije antes, se hace muy entretenida.

En resumen, película muy recomendable para ver una tarde de sábado o un domingo de resaca. No aporta nada a la producción cinematográfica de aquella época pero tampoco lo pretendía. Esto es lo que yo llamaría cine palomitas (o cine pipas, más bien).

Como curiosidad comentar algo que yo desconocía hasta hace poco y que se refiere a la carrera de Emilio Linder. A este hombre yo lo conocía por su muerte en “Slugs - Muerte Viscosa” y por su presencia en algunas series de sobremesa. Cuál no sería mi sorpresa al empezar a verlo en varias de las producciones de Jesús Franco dándoles a las protagonistas “lo mejor de sí mismo”. Es lo que tiene el cine, siempre te sigue sorprendiendo.


PUNTUACIÓN FINAL: 7


MIS 100 (MÁS O MENOS) MEJORES PELÍCULAS DE TERROR

Cuando empecé a realizar esta lista nunca me imaginé que me iba a costar tanto decidirme sobre qué películas añadir y cuáles no. Mi planteamiento era simple, incluir aquellas que me habían provocado una fuerte impresión cuando las había visto por primera vez. A mayores añadí unas finalistas porque creo que sería injusto no tenerlas en cuenta, aunque sea como una mera referencia.

Probablemente con el tiempo me dé cuenta de que me faltaban muchísimas por incluir pero las principales están aquí. Como dicen en los concursos de belleza: “no están todas las que son, pero son todas las que están”.

También quise ser estricto y limitarme al número 100 porque considero que dicha cantidad sirve de orientación a cualquiera que quiera introducirse en el género. Están ordenadas cronológicamente ya que creo que me sería imposible establecer preferencias de unas sobre otras.

Este listado está centrado exclusivamente en el género de terror, eliminando el fantástico que se merece uno aparte. Tan solo se incluyeron aquellas de fantaterror que tienen un componente muy importante de horror.

Por último espero poder irlas comentando todas con el tiempo (algunas ya lo están) y que, quien lo desee, me indique algunas que añadiría a mayores.

Ø “El Gabinete del Doctor Caligari” (1919) - Robert Wiene

Ø “Der Golem: Wie Er In Die Welt Kam” (1920) - P. Wegener y K. Boese

Ø “Nosferatu, el Vampiro” (1922) - F.W. Murnau

Ø “The Cat and The Canary” (1927) - Paul Leni

Ø “Garras Humanas” (1927) - Tod Browning

Ø “Drácula” (1931) - Tod Browning

Ø “El Doctor Frankenstein” (1931) - James Whale

Ø “La Parada de los Monstruos” (1932) - Tod Browning

Ø “La Legión de los Hombres Sin Alma” (1932) - Víctor Halperin

Ø “La Novia de Frankenstein” (1935) - James Whale

Ø “La Mujer Pantera” (1942) - Jacques Tourneur

Ø “Yo Anduve con Un Zombie” (1943) - Jacques Torneaur

Ø “La Torre de los Siete Jorobados” (1944) - Edgar Neville

Ø “La Noche del Demonio” (1957) - Jacques Tourneur

Ø “Drácula” (1958) - Terence Fisher

Ø “La Máscara del Demonio” (1960) - Mario Bava

Ø “Psicosis” (1960) - Alfred Hitchcock

Ø “La Caída de la Casa Usher” (1960) - Roger Corman

Ø “El Fotógrafo del Pánico” (1960) - Michael Powell

Ø “El Péndulo de la Muerte” (1961) - Roger Corman

Ø “Las Tres Caras del Miedo” (1963) - Mario Bava

Ø “The Haunting: La Casa Encantada” (1963) - Robert Wise

Ø “La Máscara de la Muerte Roja” (1964) - Roger Corman

Ø “Frankenstein Creó a la Mujer” (1967) - Terence Fisher

Ø “La Noche de los Muertos Vivientes” (1968) - George A. Romero

Ø “La Semilla del Diablo” (1968) - Roman Polanski

Ø “La Novia del Diablo” (1968) - Terence Fisher

Ø “El Libro de Piedra” (1969) - Carlos Enrique Taboada

Ø “Gritos en la Noche” (1969) - Jesús Franco

Ø “La Residencia” (1969) - Chicho Ibáñez Serrador

Ø “Bahía de Sangre” (1971) - Mario Bava

Ø “El Diablo sobre Ruedas” (1971) - Steven Spielberg

Ø “El Abominable Doctor Phibes” (1971) - Robert Fuest

Ø “El Retorno del Doctor Phibes” (1972) - Robert Fuest

Ø “La Matanza de Texas” (1973) - Tobe Hooper

Ø “El Exorcista” (1973) - William Friedkin

Ø “La Leyenda de la Casa del Infierno” (1973) - John Hough

Ø “El Ataque de los Muertos Sin Ojos” (1973) - Amando de Osorio

Ø “Estoy Vivo” (1974) - Larry Cohen

Ø “No Profanar el Sueño de Los Muertos” (1974) - Jorge Grau

Ø “The Wicker Man” (1974) - Robin Hardy

Ø “Pánico en el Transiberiano” (1975) - Eugenio Martín

Ø “La Centinela” (1977) - Michael Winner

Ø “Vinieron de Dentro de …” (1975) - David Cronenberg

Ø “Tiburón” (1975) - Steven Spielberg

Ø “Rojo Oscuro” (1975) - Dario Argento

Ø “Carrie” (1976) - Brian de Palma

Ø “Suspiria” (1977) - Dario Argento

Ø “Rabia” (1977) - David Cronenberg

Ø “Zombi” (1978) - George A. Romero

Ø “La Noche de Halloween” (1978) - John Carpenter

Ø “La Profecía” (1978) - Richard Donner

Ø “Piraña” (1978) - Joe Dante

Ø “Alien, El Octavo Pasajero” (1979) - Ridley Scott

Ø “Cromosoma 3” (1979) - David Cronenberg

Ø “Phantasma” (1979) - Don Coscarelli

Ø “El Misterio de Salem´s Lot” (1979) - Tobe Hooper

Ø “El Resplandor” (1980) - Stanley Kubrick

Ø “Aullidos” (1980) - Joe Dante

Ø “Viernes 13” (1980) - Sean S. Cunningham

Ø “Al Final de la Escalera” (1980) - Peter Medak

Ø “Muertos y Enterrados” (1981) - Gary Sherman

Ø “Posesión Infernal” (1981) - Sam Raimi

Ø “Un Hombre Lobo Americano en Londres” (1981) - John Landis

Ø “La Cosa” (1982) - John Carpenter

Ø “Poltergeist” (1982) - Tobe Hooper

Ø “La Zona Muerta” (1983) - David Cronenberg

Ø “Pesadilla en Elm Street” (1984) - Wes Craven

Ø “Demons” (1985) - Lamberto Bava

Ø “Noche de Miedo” (1985) - Tom Holland

Ø “Re-Animator” (1985) - Stuart Gordon

Ø “Carretera al Infierno” (1986) - Robert Harmon

Ø “La Mosca” (1986) - David Cronenberg

Ø “Jóvenes Ocultos” (1987) - Joel Schumacher

Ø “Dolls” (1987) - Stuart Gordon

Ø “Hellraiser” (1987) - Clive Barker

Ø “Muñeco Diabólico” (1988) - Tom Holland

Ø “Society” (1989) - Brian Yuzna

Ø “Razas de Noche” (1989) - Clive Barker

Ø “Misery” (1990) - Rob Reiner

Ø “El Silencio de los Corderos” (1990) - Jonathan Demme

Ø “Candyman: El Dominio de la Mente” (1992) -Bernand Rose

Ø “Braindead” (1992) - Peter Jackson

Ø “Mortal Zombie” (1993) - Brian Yuzna

Ø “El Caballero del Diablo” (1995) - Ernest Dickenson

Ø “Scream, Vigila Quién Llama” (1996) - Wes Craven

Ø “Wishmaster” (1997) - Robert Kurtman

Ø “Cube” (1997) - Vincenzo Natali

Ø “The Ring: El Círculo” (1998) - Hideo Nakata

Ø “El Proyecto de la Bruja de Blair” (1999) – D. Myrick y E. Sánchez

Ø “The Black Door” (2001) - Kit Wong

Ø “Los Otros” (2001) - Alejandro Amenábar

Ø “Alta Tensión” (2003) - Alexandre Aja

Ø “Dos Hermanas” (2003) - Ji-woon Kin

Ø “El Otro Lado del Espejo: Into de Mirror” (2003) - Seong-Ho Kim

Ø “Shutter” (2004) - Banjong Pishantanakun y Parkpoom Wongpoom

Ø “La Llamada de Cthulhu” (2005) - Andrew Leman

Ø “Silent Hill” (2006) - Christophe Gans

Ø “Las Colinas Tienen Ojos” (2006) - Alexandre Aja

Ø “Inside” (2007) - Alexandre Bustillo y Julien Maury

Finalistas:

v “La Campana del Infierno” (1973) - Claudio Guerin

v “El Fantasma del Paraiso” (1974) - Brian de Palma

v “Noche de Graduación” (1980) - Paul Linch

v “En Los Límites de la Realidad” (1983) - J. Dante, J. Landis, S. Spielberg y G. Miller

v “Palabras Encadenadas” (2003) - Laura Maña

v “Tears Of Kali: Las Crónicas Sangrientas” (2004) - Andreas Marschall

v “13 Tzameti” (2005) - Gela Babluani