miércoles, 27 de agosto de 2008

La Dama Roja Mata Siete Veces (1972) – Emilio Miraglia

Como ya tengo comentado más veces, soy un gran amante del giallo. Concretamente, me gusta el de estilo clásico en el que una persona desconocida, que se descubre al final de la película, comete una serie de asesinatos por algún motivo oculto.

Desde que Bava hiciera su “La Chica que Sabía Demasiado”, y sobretodo, desde que Argento dirigió su “El Pájaro de las Plumas de Cristal”, película que supuso el inicio el boom del género, se hicieron tanto en Italia como en España un gran número de producciones de este tipo.

Dentro del mismo, podemos destacar dos producciones de Emilio Miraglia, “La Noche que Evelyn Salió de la Tumba” y la que hoy comentamos.

La película, que se desarrolla en Alemania, comienza con una introducción en la que nos presentan a dos niñas, Kitty y Evelyn, dos hermanas que siempre se están peleando. Un día su abuelo les comenta la historia de un cuadro colgado en una de las habitaciones del castillo en el que viven. En él que se ve a una mujer, la Dama Negra, apuñalando a otra, la Dama Roja. Según la leyenda se trata de dos hermanas que se llevaban fatal. La Dama Roja siempre molestaba a su hermana la Dama Negra que aguantaba estoicamente las afrentas. No obstante, cuando la hermana malvada se enamoró de un joven, la otra en venganza, la mató. Desde aquella, cada 100 años, la maldición se repite y la Dama Roja mata a siete personas. Este destino se cumplirá 14 años después, en 1972.

Después de este prólogo, pasamos a 1972 en que el abuelo muere de un ataque al corazón como consecuencia de la aparición de la Dama Roja. Así, Kitty, junto a su prima Franziska y el marido de esta, Herbert, acuden a los funerales y la lectura del testamento. La única que no acude es la hermana de Kitty, Evelyn, que se encuentra ilocalizable en EEUU. En un primer testamento el abuelo establece que hasta que acabe el año, no se leerá cómo se hará la distribución de su patrimonio. Mientras, Kitty seguirá trabajando de fotógrafa en una importante tienda de modas, donde tiene un lío con el vicepresidente que, aunque está casado, tiene a su mujer en un psiquiátrico ya que sufre delirios.

A partir de aquí comienzan a producirse una serie de muertes todas relacionadas con la supuesta hermana desaparecida Evelyn, y que parecen confirmar la existencia de la maldición.

El guión es el clásico de este tipo de cine. En él aparecen una serie de personajes los cuales tienen algo que ocultar lo que los hace parecer sospechosos. Hay que señalar también que, como buen giallo, tiene algunas cosas de la trama que, o no casan muy bien, o no aportan nada a la historia y que son más bien una forma de enredarla más. Así, hay personajes que no tienen mucha relevancia en la historia como el yonki, la secretaria o el director de la empresa de modas.

Las muertes no son especialmente macabras ni originales aunque cumplen su cometido. Tampoco son muy abundantes ya que el propio título limita las mismas.

Como no puede ser de otra forma en el cine de esta época, hay varias escenas de desnudo (femenino) gratuito que se agradecen pero que están metidos con calzador. Incluso hay una escena de violación que no tiene mucho sentido.

Los actores están todos convincentes. Destaca sobretodo la protagonista, Barbara Bouchet, que ese mismo año haría otro gran giallo como es “Angustia de Silencio” (una de las pocas películas que me gustan de Lucio Fulci) y, el año anterior, ya apareciera en la interesante “La Tarántula de Vientre Negro”. También realiza una gran actuación la guapa Sybil Darning sobretodo por el personaje que interpreta, el de una modelo que aspira a mantener su puesto en la empresa, el de amante del director de la firma, sea este quien sea.

Es importante señalar que estamos ante una película eminentemente femenina, ya que casi todos los personajes importantes de la historia son mujeres. Siendo los hombres meros satélites que giran alrededor de ellas.

La magnífica banda sonora es de Bruno Nicolai todo un especialista en hacer la música para este tipo de películas y, en general un verdadero, artista.

En resumen, estupenda producción del género con todo lo que se puede pedir. Quizás es demasiado previsible el responsable pero por lo demás es una gran película.

PUNTUACIÓN FINAL: 8


domingo, 3 de agosto de 2008

Almas de Metal (1973) – Michael Crichton

Desde mi punto de vista, Michael Crichton es mucho mejor director de cine que escritor. Sus novelas se me hacen en ocasiones demasiado aburridas, más por la forma que tiene de escribir que por lo que escribe que suele ser interesante.

De su etapa como director, se pueden destacar “Coma”, “El Primer Gran Robo de Tren” y, especialmente, “Almas de Metal”.

La película nos cuenta como dos amigos, Peter (el acto y director Richard Benjamin) y John (James Brolin), acuden a un parque de atracciones denominado Delos, compuesto por tres mundos: la Roma clásica, la Edad Media y el salvaje oeste. En ellos conviven los clientes junto a un conjunto de robots encargados de hacer creíble la época. Nuestros protagonistas deciden disfrutar de las vivencias propias de finales del siglo XIX en el oeste norteamericano. Al principio todo va bien pero poco a poco, los diferentes robots empiezan a sufrir pequeños fallos en todo el parque. Esta situación terminará con un fallo total del sistema que perjudicará a todos los participantes (que a diferencia de otras producciones no es consecuencia de un boicot si no de una especie de virus que se transmite entre las máquinas).

Esta película forma parte de un conjunto de grandes producciones de ciencia ficción que se realizaron durante los años 70. Así tenemos joyas como “Cuando el Destino Nos Alcance”, “El Último Hombre Vivo” o “La Fuga de Logan”, por poner tres ejemplos.

El guión es muy bueno y entretenido. Quizás la acción, como tal, tarda un poco en llegar pero este retraso se justifica en la transformación del personaje de Peter que pasa, de sentirse estúpido vestido de vaquero, a disfrutar como un enano cada momento. Una escena especialmente lograda se desarrolla al principio cuando vemos que Peter le pregunta, ilusionado como un niño, un montón de cosas a John sobre cómo es todo (este último ya había estado anteriormente en las instalaciones).

Durante gran parte de la película podemos ver como los protagonistas disfrutan, en sus propias carnes, de todos los sucesos que tenemos visto mil veces en las películas de vaqueros. Desde la pelea en el saloon, la cena en la pensión atendida por una adorable viuda, el burdel, el atraco al banco y, como no, el duelo. Y es precisamente este último el que les traerá su principal problema. Ya que al poco de llegar tienen un altercado con un pistolero (perfectamente interpretado por Yul Brynner) que termina con la primera muerte de este (por la noche los encargados del parque se dedican a reparar los robots averiados).

Cuando todo empieza a fallar, aparece el pistolero que se encargará de perseguir, sin desfallecer, al personaje de Peter.

Hay unos cuantos personajes más, tanto en el oeste como en Roma y en la Edad Media, pero que están de manera anecdótica ya que casi no tienen relevancia en la historia.

Cualquiera de los protagonistas son actores competentes y, en esta producción, no iban a ser menos. Quizás el personaje más difícil, y más conseguido, sea el del pistolero ya que casi no habla en toda la película (lo que suele ser una limitación para representar un personaje) dedicándose a una persecución sin fin. De aquí podemos ver de dónde obtuvo James Cameron gran parte de sus ideas para “Terminator”. Señalar que Brynner va vestido de la misma manera que en el personaje que interpretó en la estupenda “Los Siete Magníficos”.

Los efectos especiales son rudimentarios, dada la época, aunque destacan algunos como la visión del pistolero (la primera vez que se utilizó el ordenador en una película). No obstante, tampoco necesita mucho ya que casi todo el tiempo se desarrolla en el pueblo creado para la ocasión. Rechinan un poco los iniciales cuando se ve la nave llegando a las instalaciones, ya que lo que se aprecia a través de la ventana, parece que se esté pasando en una pantalla de cine.

La banda sonora sin ser nada del otro mundo, se adecua bastante bien. Tan sólo en un par de ocasiones (cuando Peter llega al mundo romano) se hace algo molesta ya que se oye un sonido muy chirriante.

Una gran película que ya tiene planeado un remake (que no creo que aporte nada nuevo a lo presentado) y que cuenta con una segunda parte “Mundo Futuro” muy inferior, e incluso una serie de corta duración “Beyond Westworld”.

Totalmente recomendable para cualquier amante de la ciencia ficción.

PUNTUACIÓN FINAL: 8