domingo, 21 de noviembre de 2010

Díselo Con Flores (1974) - Pierre Grimblat

En los 70 – 80 se hicieron un gran número de giallos de los cuales, un gran porcentaje, poseían una calidad baja o muy baja. No obstante, bien sea por el número o la originalidad de los asesinatos, los desnudos y la calidad de las mozas que los llevaban a cabo o, incluso, por la mala interpretación de los actores, siempre encuentras una justificación para perder parte de tu tiempo de ocio en este tipo de producciones. Lamentablemente, también hay algunas que no tienen nada (o casi nada) que justifique su visionado. Este es el caso.

De una película de Rocío Dúrcal no debería de haber esperado mucho. A esta mujer nadie le puede negar su calidad artística como cantante pero como actriz es otra historia. Aún así, la película cuenta con la presencia de un gran actor como era Fernando Rey lo que le daba una supuesta calidad. A este monstruo de nuestro cine hay que añadir que salen nazis, y que eso siempre mejora una obra sea cinematográfica, literaria o de cualquier otro tipo de arte. Si El Lago de los Cisnes tuviera nazis, la gente acudiría en masa a verla (o por lo menos yo).

No voy a desarrollar mucho la crítica ya que no vale la pena con esta cinta.

La historia nos habla de Úrsula (Rocío Dúrcal) una joven alemana que está estudiando en la universidad y que acude a la casa de una familia de clase media para el cuidado de los hijos. La familia está formada por una mujer, que únicamente está pendiente del cuidado de su jardín, su marido experto en arte egipcio, unos niños gemelos, una jovencita y un adolescente, con una marca en la cara que le acompleja, llamado Jean Cloude (John Moulder-Brown). Este último acabará enamorando de la joven.

Al principio de todo se nos indica, mediante un flashback, que el cabeza de familia fue anteriormente un nazi que, ante el riesgo de ser atrapado, decide quitarse la vida junto a su familia. Así, mata a sus hijos pequeños y a su mujer embarazada pero después no tiene el valor para pegarse un tiro y escapa. Durante su fuga tiene un accidente que le hace perder la memoria. Ya en la época actual (bastantes años después) publica libros sobre Egipto esperando que alguien reconozca en la foto de contraportada su cara.

Tras una introducción prometedora nos encontramos con minutos y minutos de conversaciones superfluas, situaciones absurdas y paseos de un lado a otro sin sentido. Todo es aburrido y leeeento.

Aparecen personajes que casi no aportan nada a la trama como el detective que sólo sirven para llenar minutos de película y hacerla más insufrible de lo que ya.

Las actuaciones son bastante simplonas aunque lo achaco más a un mal guión que a la calidad de sus actores. Fernando Rey se pasa toda la película de mala leche, (me imagino que por darse cuenta del desastre en que se había metido). gritando y discutiendo. La actriz que interpreta a su mujer, Delphine Seyrig, una competente actriz francesa, parece que está puesta todo el tiempo y a los niños les dijeron que corretearan e hicieran lo que quisieran mientras los grababan.

Hago un spoiler aunque podéis leerlo ya que no creo que aguantéis toda la película y es algo que cae de cajón. Al final todo se reduce a una venganza por parte de la chica por no sé muy bien qué (en esos momentos ya casi había desconectado totalmente) que se carga a casi toda la familia salvo al padre y al chaval marcado al cual, para compensar, le echa un polvo final como disculpa. Tremendo.

En resumen, es un bodrio con ínfulas de película de personajes con pocos asesinatos que para colmo, salvo en el caso de uno, son más bien accidente. Las actuaciones rozan el mínimo, los diálogos son raros y sin sentido y la historia es inexistente. Para colmo el final es de chiste..No vale la pena perder el tiempo con ella.

Como curiosidad destacar que el joven que interpreta a Jean Cloude es el protagonista de la genial “La Residencia” y que el director, Pierre Grimblat, fue productor de varios episodios de la fenomenal serie erótica de los 80 – 90, La Serie Rosa.

NOTA FINAL: 2



viernes, 12 de noviembre de 2010

Best Seller (2010) - Lee Jeong-ho

Tengo que reconocer que me encanta el cine de terror oriental. Contrariamente a lo que se pueda pensar, me decanto más por el coreano o el tailandés (incluso por el filipino) antes que por el japonés. Tanta niña/chica/señora de pelos largos me acabaron sacando de quicio. Por eso a cualquier oportunidad que tengo no dudo en acudir a este tipo de cine.

Si a esto sumamos que la historia me tenía claras referencias a las novelas de Stephen King (escritor en horas bajas, casa encantada,…) su visionado era obligatorio.

Esta producción nos cuenta la historia de una escritora de best Sellers de enorme éxito que es acusada de plagio. Harta de la presión a que es sometida por el escándalo, decide irse, junto a su pequeña hija, a una apartada casa en un pequeño pueblo marinero en horas bajas. Al poco tiempo de su llegada, su hija empieza a hablar de una supuesta amiga invisible que se le aparece en la casa.

Gracias a lo que le va contando la niña sobre la casa y su amiga imaginaria, la escritora puede escribir un nuevo libro. Tras su publicación, vuelve a ser acusada de plagio con lo que decide volver acudir a la casa y desentramar el enigma de la misma.

Nos encontramos con una producción muy cuidada tanto en fotografía, actuaciones, ambientación,…excepto en el guión. Todo es total y absolutamente predecible y una amalgama de ideas ya vistas en varias películas de género de éxito.

Es verdad que se deja ver perfectamente pero no nos sorprende en ningún momento. Para colmo tiene una duración excesiva que repercute en el interés que demuestras en ella. Así, hay momentos demasiado lentos y que no aportan nada a la historia. Los personajes son bastante planos salvo la familia protagonista. También hay personajes de relleno como la mujer que se cuela en la casa y que vive en la antigua guardería.

En resumen, Un quiero y no puedo. Es como un paquete bien envuelto y con un gran lazo que dentro sólo tiene una caja vacía. Puede verse pero tampoco es que se pierda nada por no hacerlo.

NOTA FINAL: 5





lunes, 19 de enero de 2009

Frankenstein (1910) – J. Searle Dawley


Cada vez quedamos menos personas con cierta memoria histórica, cinematográficamente hablando. En general solemos ser personas entre 30 y 50 años que crecimos disfrutando de gran cantidad de grandes películas a través de la pequeña pantalla. Personas a las que no les importaba que la película fuera en blanco y negro o en color, que tuviera o careciera de lenguaje hablado. Así, disfrutábamos de igual manera con “Star Wars”, como con “La Mujer Pantera” o con “Metrópolis”.

Actualmente las cadenas de televisión ya no apuestan por cine antiguo (entendiéndose por tal, para estas, aquel realizado antes de 1990) lo que es una verdadera pena. El visionado de todas estas producciones permitian ir elaborando un criterio cinematográfico propio de cierta solvencia. Personalmente me enerva mucho comprobar cómo las nuevas generaciones establecen como joyas del 7º ARTE (con mayúsculas, que a veces nos olvidamos de que lo es), películas cuya principal virtud es el número de explosiones o de efectos especiales presentes. También es curioso como un libro como “El Quijote”, “El Lazarillo de Tormes” o “Fuenteovejuna” siempre tendrá un público fijo (aunque cada vez se lea menos) mientras que el cine mudo o, simplemente, en blanco y negro, es apreciado por un número cada vez más reducido de personas. Quizás va siendo hora que, tanto desde las Administraciones como desde las cadenas de televisión, exista un mayor interés por fomentarlo, rescatarlo y difundirlo.

Todo esto viene a cuento por la crítica de la película de hoy ya que el cine de principios del siglo XX es cada vez más desconocido por la gente. Esto es una pena ya que nos encontramos con verdaderas joyas del cine como la comentada.

Se suele conocer esta producción como “El Frankenstein de Edison” por ser este su productor. Es una película de un solo rollo y con una duración muy reducida (12 minutos la que vi y enlacé yo, aunque tanto en imdb como en la Wikipedia hablan de una versión de 16 minutos). Lógicamente, al tratarse de una obra de 1910, es muda.

La historia de Frankenstein no creo que haga mucha falta contarla ya que todo el mundo la conoce. El doctor Frankenstein (Augustus Phillips) tras pasar dos años fuera completando sus estudios, regresa a su hogar y a los brazos de su novia (Mary Fuller). Durante ese tiempo había descubierto el modo de crear nueva vida (no, no es lo que estáis pensando) mediante pocimas secretas. Así, en un laboratorio llevó a cabo un experimento creando un ser que, en un momento de maldad, hizo deforme (Charles Ogle). Ese monstruo que, en un principio había huido, decidirá seguir al doctor a su hogar, donde será vencido gracias a la fuerza del amor.

La verdad es que es una de las mejores versiones de Frankenstein que he podido ver. El ser es completamente diferente al que puso de moda posteriormente “El Doctor Frankenstein” de James Wale (ni mejor ni peor, sólo diferente) y la verdad es que, para la época de la que estamos hablando, impresiona. Es jorobado, con melena revuelta así como grandes manos y pies. Para colmo viste una especie de taparrabos a lo “Tarzán” (producción que comentaré en otro momento).

Llama la atención que es el único (que yo sepa) que es creado mediante el proceso de llenar un caldero de productos químicos. El efecto de la formación es verdaderamente simple y destacable por lo rudimentario de los efectos especiales. En verdad lo que hicieron fue quemar un muñeco dentro de un caldero y después, montar lo grabado al revés (que se aprecia en el humo que baja en vez de subir). Me imagino lo impresionante que debió de ser en aquella época ver este tipo de ilusiones.

La interpretación de los actores principales es totalmente histriónica, como no podía ser de otra manera en los albores del cine que además se apoyaba totalmente en el teatro (decorados, actores,...). Quizás la menos exagerada (curiosamente) sea la de Charles Ogle que se mueve por los decorados a la manera de un simio, lo que le da una gran intensidad a su representación.

Los decorados son los propios de una obra de teatro y, aunque se reducen a 4 localizaciones, están bastante conseguidos. Es interesante el uso que se hace, en la habitación del doctor, de un espejo de cuerpo entero y que permite tener un mayor campo de visión de la habitación.

Llama la atención una escena final en la que se encuentran frente a frente, doctor y monstruo, en distintos lados del espejo quizás indicando el carácter maligno de Frankenstein. Esta maldad del personaje estaría más marcada en el ciclo que la Hammer le dedicó bastantes años después.

“Frankenstein” es una gran película que pese a su reducida duración, y a las libertades de contenido tomadas, logra mantener la esencia de la célebre obra de Mary Shelley. Totalmente recomendable tanto como documento histórico de la historia del cine como por lo interesante de la adaptación.

NOTA FINAL: 9




Carnivorous (2008) – Drew Maxwell


No sé si es que las atraigo yo, o es que realmente me gustan y de manera inconsciente caigo en ellas pero es que no es normal que últimamente vea, una y otra vez, variaciones de “Saw”.

En este caso, sin embargo, el tema de un grupo de personas encerradas contra su voluntad, en un lugar misterioso, tiene una cierta variación.

La historia nos cuenta de Kate una joven cuyo automóvil sufre un pinchazo en una carretera perdida en el medio de la nada. Allí es atacada por un hombre misterioso. Cuando recobra el conocimiento, aparece junto a unos desconocidos, en el interior de una extrañas catacumbas. Mientras intentan resolver cómo llegaron allí y quién los llevó, escuchan unos terroríficos gruñidos. Estos proceden de un grupo de monstruos que los atacan sin piedad. La única solución que les queda es la de huir e intentar encontrar la salida.

Tengo que reconocer que dentro del que casi podemos llamar subgénero de “secuestro y encierro” no es de las peores. Con esto no quiero decir que sea buena, pero tampoco es mala.

Todo está rodado con fondo azul cosa que en algunos momentos es vistoso aunque en otros queda algo cutre. Cuando empecé a verla me recordó aquellos videojuegos de los 90, tipo “Dark Seed”, en que aparecían imágenes de personajes reales moviéndose por un decorado pintado. Lo bueno que tiene esta forma de rodaje es que, como en este caso, con poco dinero se pueden hacer entornos muy imaginativos.

Los demonios que atacan a los protagonistas (les llamo así como una forma de definirlos, a los demonios no a los protagonistas), poseen un diseño logrado aunque se ve mucho que se trata de CGIs (imágenes generadas por ordenador). En bastantes ocasiones casi parece que te encuentras viendo la introducción de un videojuego de terror. Esto hubiera quedado perfecto como explicación de la historia, lamentablemente, no es así. El desenlace es más previsible (copiado de una famosa película de terror de últimos de los 70, que no diré para no destripar el final). Los fondos además me recordaban mucho a una de las fases iniciales del “Tomb Raider” (que también aparece en el “Tomb Raider Anniversary”).

Los personajes son algo más planos que los típicos de este tipo de producciones (el ataque demoníaco tampoco permite muchas presentaciones). Lo malo es que esta falta de conocimiento de los personajes, que en principio podía ser justificada por el poco tiempo que pasa entre que son liberados en los túneles y el primer ataque, es algo accidental ya que hay algunos protagonistas de los que te comentan algo y otros totalmente misteriosos.

Hay unas cuantas escenas que me gustaría comentar por el poco sentido que tienen y lo poco que aportan a la historia.

En un momento, unos cuantos de los secuestrados se encuentran en un gran anfiteatro en cuyo centro hay una serie de armas para coger (machetes fundamentalmente) y una joven, totalmente desnuda, apresada. Cuando la enfocan de cuerpo entero, la parte de la entrepierna aparece con un gran pixelado. ¿Qué sentido tiene si no se encuentran dentro de un videojuego? Además que se ve relativamente lejos con lo cual no hacia falta esto. Es algo totalmente gratuito.

En otra escena, Kate se encuentra a otro secuestrado que lleva allí ya algún tiempo. Ambos se pasas 10 minutos conversando cosas sin sentido, diálogo del que no sacas nada claro. Casi parece pensado para rellenar tiempo.

Otra más. En un primer momento nos dan a entender que los bichos son casi indestructibles pero hacia el final, vemos que la protagonista se los carga a dos manos (a lo mejor no lo había hecho antes por no mancharse con la sangre).

Tengo que decir que el final (evitando contar nada) es bastante malo y te hace tener la sensación de que perdiste hora y pico de tu tiempo. Por si fuera poco, hay un segundo final que hace la cosa más absurda todavía.

Los actores no son como para tirar tracas pero la mayoría cumplen con el papel asignado. Al ser personajes tan planos, no se puede lucir nadie por mucho empeño que tenga.

En resumen, una idea que no está totalmente desaprovechada pero que podría haber dado más de sí, quitando algunas incoherencias, dándole un par de vueltas al guión y con algo más de presupuesto, la cosa mejoraría. No obstante, entretiene casi todo el metraje.

PUNTUACIÓN FINAL: 4,5

martes, 16 de diciembre de 2008

Broken Notes (2008) – Alex Asensi



Que los videojuegos tienen cada vez más importancia en la sociedad es algo indiscutible. Nos encontramos con un sector que mueve muchos millones de euros al año (más que el cine) y que, por lo tanto, trata de introducirse en otros mercados como los cómics o el cine.

Hay que señalar que, salvo un par de honrosos casos, pocas producciones han logrado plasmar la esencia y las sensaciones que produce, en la persona, el disfrutar de un videojuego.

A la hora de hacer una adaptación, nos encontramos con dos tipos de casos. Por una parte aquellos juegos cuya historia no da para un guión de película por mucho que se intente (Commando, Postal,…). Y, por otra parte, están aquellos cuyo guión está muy elaborado y que requieren un mínimo esfuerzo para trasladarlo a pantalla grande (Resident Evil, Alone In The Dark,…). Con esto no quiero decir que al final se haga adecuadamente.

El problema es que en esta industria cada vez más orientada a simplificar todo al máximo, y que cuenta con que los fanáticos acudirán a ver la película por muy mala que sea, es raro, rarísimo encontrar una obra con algo de calidad.

Esta producción que nos ocupa hoy es un caso particular. Está hecha por gente que siente un especial cariño por el videojuego que adaptan y eso, aunque no garantiza un resultado de calidad, si que le aporta unos cuantos puntos a favor. Es importante dejar claro que se trata de una producción amateur y con un presupuesto ínfimo.

“Broken Notes” es la adaptación del videojuego “Silent Hill 2” para muchos, el mejor parte de la saga (aunque yo me decanto más por la tercera parte) que, si la memoria no me falla, ya tiene seis adaptaciones en distintas plataformas.

La película nos cuenta la historia de James Sunderland que recibe una carta escrita de puño y letra de su mujer, Mary, indicándole que le espera en “su sitio especial” de Silent Hill, lugar al que habían acudido de vacaciones unos años antes. El problema es que dicha mujer, ha fallecido tres años antes tras una larga enfermedad. Al llegar al pueblo se encontrará con que está completamente vacío y que una niebla perpetua lo cubre todo.

Lo primero que tengo que decir sobre ella, es que es bastante difícil de ver en su totalidad. Se hace muy pesada ya que falta algo de acción y, a mi entender, se basa demasiado en el videojuego. Me explico. La gracia de este juego está en resolver acertijos y combatir una serie de monstruos mientras vemos, por el medio, una serie de secuencias que nos desgranan la historia, teniendo todo una cierta consistencia. Al pasarlo a película, se quedaron únicamente con las escenas intermedias con lo cual se nota que falta algo de unión.

La historia, que ya es bastante confusa en el videojuego, aquí se hace imposible. Hasta yo, gran admirador de la saga y que se acabó en su día el mismo, tuve problemas para entender algunas cosas.

Las actuaciones son horribles, especialmente mala es la de la protagonista que a veces parece que está leyendo el diálogo. Para colmo hace dos papeles (¿Qué no quieres caldo? Dos tazas).

Mala es también la dirección de los actores. No es lógico que uno de ellos se calle en medio de su diálogo y espere un par de segundos en silencio a que el otro diga su parte que debería interrumpirlo.

Especialmente buenos (si tenemos en cuenta su presupuesto) son los efectos especiales. Las enfermeras sin cara están muy logradas así como el paso de una dimensión a otra. Efectos simples pero resultones.

La banda sonora es sublime ya que se trata de la del juego y, Akira Yamahoka es un genio. Toda está perfectamente insertada en la historia. Contiene desde bellas canciones hasta sonidos de toque industrial que se adaptan a la situación que se está produciendo en cada momento.

Poco más puedo decir, considerando que se trata de un proyecto de “colegeo”, que no tiene ningún afán recaudatorio (podéis bajarla gratis en: http://www.fogfilms.blogspot.com/) y que cuenta con un presupuesto de risa, es bastante aceptable. Es cierto que se debería dotar a la historia de una mayor coherencia, más acción y menos diálogos que no aportan nada. También debería mejorarse la dirección de autores y sustituir a la protagonista (que voz más repelente y que forma más penosa de interpretar su papel).

En resumen, es difícil de ver para los que no pertenecen al clan de adoradores del pueblo de Silent Hill pero creo que, con todos sus defectos, vale la pena intentarlo.

PUNTUACIÓN FINAL: 4




miércoles, 19 de noviembre de 2008

breathing Room (2008) - John Suits & Gabriel Cowan



Vuelve a pasar lo de siempre. Uno quiere actualizar lo máximo posible su blog pero se ve incapaz de hacerlo por falta de tiempo. En este caso tuvieron que pasar más de dos meses para poder añadir algo. Si ya tenía poco tiempo entre el trabajo y la oposición, ahora hay que sumarle las clase de inglés así como el Gears of War 2 que me impidieron incluso ver películas. Como siempre haré propósito de enmienda y trataré de actualizarlo sacando tiempo (JAJAJA) de algún lado (que no sea de dormir que ya no puedo quitarle más horas al sueño).

En esta ocasión voy a comentar una producción del año 2008 titulada “breathing Room”. La película nos cuenta como un grupo de gente de diferentes razas y edades, aparece encerrados en una nave industrial sin saber el motivo. Todos llevan en su cuello un collar que acabará con sus vidas si rompen alguna de las reglas establecidas. Además a cada persona se le ha proporcionado un objeto que, en principio, no saben para qué puedes servirles.

Nos encontramos con una nueva versión de “Saw” aderezada con la imagería visual de “Cube”. Poco bueno se puede decir de ella.

El guión es demasiado simple, incluso para este tipo de películas que se centran en enseñar cuanto más gore mejor y añadiéndole un final sorpresa. Hay un montón de personas encerradas de las cuales casi no llegas a saber nada. Los guionistas dividen a la gente en dos grupos según su forma de vestir (visten monos tipo carcelario) por que les da la gana ya que al final no se explica si eso tenía algún fin.

Los personajes son planos. Desde el principio se les da protagonismo a un grupo de ellos, siendo los demás totalmente desechables. El problema es que éstos tampoco es que se definan mucho. De hecho, creo que los directores debería haber eliminado a todos los actores y haberse dedicado, los 89 minutos que dura la película, a mostrarnos imágenes del almacén vacío (la emoción que produciría sería la misma).

La protagonista principal, interpretada por Ailsa Marshall, (una chica guapita, que sale todo el tiempo en camiseta Bruce Willis para que luzca unas tetas descaradamente postizas), es la única que se salva un poco de los protagonistas. Sin ser una interpretación magistral, perfecta, aceptable, buena, es pasable. El problema son los demás. Los guionistas han intentado, sin éxito, establecer un personaje tipo para cada uno de los diferentes actores. Si juntamos unos personajes poco definidos salvo por una palabra como el alcohólico, el neurótico, la borde (¿Por qué coño es borde la tía esa?),… con unos registros limitadísimos, el resultado es un desastre.

La acción es escasa y tarda en llegar. Casi todo el tiempo se lo pasan hablando entre ellos de banalidades en vez de reunirse y pensar cómo poder salir de allí. Bueno, entre conversación y conversación, va muriendo gente. En ningún momento, hasta el final, nos enseñan las muertes. Se apagan las luces (se vuelve todo rojo) y cuando se vuelven a encender, aparece alguien muerto. Pues qué bien.

Un detalle que me llamó la atención es que los actores aparecen todos sin maquillar, me imagino que para darle más verosimilitud. Así podemos apreciar los granos, marcas y demás imperfecciones faciales de los participantes. Algo original aunque totalmente prescindible. Otro detalle curioso lo encontramos en que una de las reglas es la de lavarse las manos cada vez que van al servicio. Uno que siempre piensa mal se imaginó que, al igual que en el caso de una famosa película de Herschell Gordon Lewis, habría alguna droga en el jabón que les haría tener alucinaciones. Pues no. Simplemente ocurre que los guionistas quieren fomentar el uso del jabón entre la población.

Al haber pocas muertes “en directo”, los efectos especiales se reducen al maquillaje sangriento de los fallecidos.

En resumen, cuando en una película sólo te fijas en las protuberancias mamarias de la protagonista todo el rato, es que la historia no te interesa y eso es malo. En su defensa hay que decir que no es de las peores de este estilo ya que, por lo menos, se deja ver pero tampoco no es para tirar cohetes.

PUNTUACIÓN FINAL: 3


lunes, 15 de septiembre de 2008

Are You Scared? - Andy Hurst (2006)

La sombra de “Saw” es alargada. Creo que no hay mejor manera de empezar esta crítica que parafraseando el título de la célebre novela de Miguel Delibes. Desde que en 2004 James Wan triunfara con esta película de reducido presupuesto, los míseros mortales tuvimos que sufrir abundantes versiones y copias de la misma. Algunas relativamente visibles como “Nueve Extraños (por alejarse algo de la original) y otras totalmente nefastas como “The Tomb” de Ulli Lommel (bueno, ¿cuál de este caballero no lo es?). Podría poner más ejemplos pero no vale la pena.

La que nos ocupa nos cuenta la historia de seis jóvenes que despiertan en diferentes lugares de un edificio abandonado. Allí se les comunica mediante altavoces que han sido seleccionados para un programa llamado “Are You Scared?” (¿estás asustado?) al que todos habían mandado un video para participar. El evento consiste en superar una serie de pruebas individuales en las que los concursantes deberán hacer frente a su mayor miedo. Así, hay uno que tiene pánico a la oscuridad, un par de gemelos que tienen miedo a perderse mutuamente, una chica con fobia a las infecciones, un negro que teme despertarse durante una operación y la protagonista principal que tiene miedo a que alguien sepa su secreto (y no es el que sea borde que eso es evidente desde el principio). Lo que empieza como un simple programa de televisión (o eso creen los participantes) pronto se convierte en una lucha contrarreloj para salvar la vida.

El guión, como se puede ver por lo comentado antes, no va a ser nada original. Es una copia calcada de “Saw” o no tanto. Aquí el misterio es más bien poco. Simplemente está en saber quién es el sádico que se encarga de torturarlos y cuál es la razón de lo hace. Desde luego también está la duda de cómo va a torturar a cada persona.

Prácticamente no hay nada bueno que comentar de ella. Los protagonistas son bastante planos. Casi todos caen mal (o por lo menos a mi) por lo que no sientes ninguna empatía por ellos y te da igual que los maten. Los hombres son chulitos y las chicas, o tontas o bordes. Unas joyas vamos. Como antagonista nos encontramos con un malo de opereta. Un paisano vestido con traje de enterrador, con coronilla y con la cara desfigurada bastante ridículo. Encima pasa la mayor parte del tiempo sentado en una silla delante de un ordenador y un montón de pantallas sin hacer nada (coño, como yo).

También hacen acto de presencia un par de agentes de la ley. Un policía, que lleva ya tiempo detrás del asesino, y una agente del FBI especializada en análisis de la conducta enviada para ayudar y que analizar, lo que se dice analizar, lo hace bastante poco. De hecho no cuentan casi nada en la trama y se nota que los añadieron con vistas a los momentos finales.

Los actores son de función de fin de curso. Se pasan todo el rato gritando ya sea de miedo, o haciendo gracietas o enfadados. No sé en qué escuela les enseñan que hay que gritar para manifestar cualquier tipo de sentimiento. Horrorosos.

Las muertes sin ser nada del otro mundo cumplen. Alguna es muy rápida y tonta como la de la chica que se desangra mientras que otras, como la inicial (que no tiene nada que ver con ninguno de los seis) están más logradas. Destaca, especialmente la prueba a realizar entre los dos hermanos. Ambos están inmovilizado en una silla (uno frente a otro) y cada uno de ellos tiene, frente a su cabeza, un taladro y en la mano un mando a distancia. Si uno para su taladro se activa, al momento, el del otro. La elección es clara. O me dejo matar o mato a mi hermano/a.

Lo más flojo (todavía) es el tramo final. A raíz de que se descubren las causas que motivan este macabro juego, todo se vuelve bastante tonto y previsible. También se ha añadido (copiando una vez más a aquella en la que se basa) un final sorpresa nada novedoso.

En resumen, buena manera de tirar tu vida. Se aguanta pero no vale la pena perder el tiempo en ello.

PUNTUACIÓN FINAL: 3,5